El pasado 24 de febrero falleció a los 67 años, tras una larga enfermedad, la mujer que abrió los ojos de Dylan a la política, que vivió a su lado cuando éste se hizo estrella y, sobre todo, la que fue su primer gran amor. Posiblemente, la carrera de Bob hubiese discurrido de manera bien distinta de no empezar a salir con Suze, en 1961, cuando ella tenía 17 años y él contaba 19 y llevaba poco tiempo en Nueva York.
“Desde el momento en que la vi no pude quitarle mis ojos de ella. Era lo más erótico que jamás había visto”, escribió sobre ella el músico, en sus memorias, Crónicas Vol.1. Esta joven de familia con ascendencia italiana y simpatizante de ideologías de izquierdas acercó al compositor a movimientos pro derechos civiles. “Sabía que su madre estaba ligada a sindicatos, y que ella estaba metida en temas de igualdad y libertad mucho antes que yo. Repasaba las canciones con ella. Le solían gustar”, cuenta Dylan. Ella fue la inspiración para los primeros éxitos de Bob Dylan, como Don’t think twice, it’s all right, Boots of Spanish leather o Tomorrow is a long time.
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La pareja vivió feliz en un apartamento en el Greenwich Village, el barrio bohemio en Nueva York, en los primeros 60 (allí se fotografió a la pareja para la célebre carátula). Pero con el éxito de Dylan llegaron la presión y los desencuentros. Y también otras mujeres: la relación del músico con Joan Baez, primero artística y después sentimental, puso punto final a esta pareja, que rompió a finales de 1963.
Suze se casó en 1970 con el cineasta italiano Enzo Bartoccioli, con quien tuvo un hijo, Luca. Vivió toda su vida en Nueva York, donde trabajó como profesora, pintora e ilustradora de libros.
Nunca quiso hablar de su relación con Bob Dylan, hasta su participación en el documental sobre Dylan No direction home, de Martin Scorsese, de 2005.
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