No conocen a Roberto Iniesta, líder de Extremoduro, pero desde hace cuatro años le rinden tributo en el escenario. De Acero, quinteto de Sevilla, pone toda la fuerza de las letras y la música de uno de los grupos legendarios que aún sigue vivo en el panorama rockero español. "Marcaron un antes y un después", explica Marcos Medina, guitarra y voz de la banda que hoy ofrecerá un concierto en el café-concierto Barroco a las 23 horas (entradas a ocho euros en anticipada y diez en taquilla).
Con un disco de cinco canciones propias que grabaron el año pasado en su ciudad natal en el que contaron con la colaboración de Fernando Madina, líder de Reincidentes, De Acero se creó "por la necesidad de volver a sentir el directo" de Extremoduro, explica el vocalista. "Montamos la idea para revivir los momentos de los conciertos. Hemos seguido adelante porque tuvo muy buena aceptación", añade.
De Acero, que quiso llamarse así porque hay que ser de este material para mantenerse en el mundo de la música, ya sabe lo que es tocar en Extremúsika. En el 2009 Iñaki Uoho, guitarrista de Extremoduro, compartió escenario con ellos. "Nos dijo que le encantó y que se había sentido como con su banda", indica el vocalista sevillano.
Preguntado por si calcan las canciones, Medina responde que "intentan hacerlo lo más parecido posible, pero dándole un sello propio", sin copiar vestimentas ni gesticulaciones. "Somos fieles a los temas originales", subraya el cantante.
Confiado en que este proyecto musical tiene futuro, De Acero deja claro que Extremoduro marcó una época con "el descaro y la mala uva" de Iniesta. "Sus letras hablaban de otra cosa", dice Medina, que hoy demostrará de nuevo en Barroco, donde tocaron hace un año, que el espíritu de Extremoduro sigue siendo inagotable.
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