Por Estíbaliz García
Este viernes 29 de abril, tiene lugar el enlace entre el príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, un gran momento para la casa real británica. También uno muy mediático: 2.000 millones de personas van a seguir en todo el mundo esta boda. Una fecha señalada para la vida pública británica. Pero, ¿también lo es para todo este pueblo? La respuesta es no. No faltan en él opiniones contrarias a la monarquía. Como las de varios de los músicos de sus país.
De Sex Pistols a Primal Scream, pasando por los Housemartins, ésta es una selección con canciones que se meten con esta antigua forma de gobierno. Seguramente, ninguno de estos temas lo encontrarás en el iPod de los felices prometidos.
God save the queen, de Sex Pistols
“Dios salve a la reina, en su régimen fascista”. La primera estrofa de esta gema del punk queda como una de las más célebres del género. El segundo single de la controvertida banda se publicó coincidiendo con el 25 aniversario del ascenso al trono de la reina Isabel II. La BBC, la principal radio pública en Gran Bretaña, vetó su emisión y varias tiendas se negaron a distribuirlo, a poco de comenzar el verano de 1977, cuando salió a la calle:
Charles Windsor, de McCarthy
Esta banda indie británica emergida en los 80, con contenido ideológico de izquierdas y querida por el reconocido locutor John Peel, puso nombre y apellido a su diana: el Príncipe de Gales, heredero de la corona. Aquí le llevan a la guillotina.
The Queen is dead, los Smiths
“¿Si voy a ver la boda? ¿Por qué debería? No me podría tomar nada de eso en serio”, ha declarado Morrissey sobre el enlace de Guillermo con Kate (pareja desde hace diez años, por cierto). No es ninguna novedad que el genial cantante se posicione en contra de la monarquía británica. Allá por los 80 cantó esta esclarecedora declaración, la reina está muerta, imprescindible en el repertorio de la banda que le hizo estrella:
Dreading the wedding, de los Headlines
No faltan en Internet canciones caseras que atacan de manera explícita a nuestra ceremonia protagonista. Ésta tiene sonidos escatológicos, un ritmo bailable que parece sacado de una antiguo teclado Casio y, lo más importante, una letra que refleja el sentimiento de esos británicos que no van a seguir pegados al televisor el enlace de los dos jóvenes. “Creo que voy a abandonar el país”, suelta el cantante mientras unas arcadas hacen de acompañamiento.
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