Por Estíbaliz García
Curiosa la apuesta musical para el pasado miércoles por la noche en la capital española con una semifinal de la Champions League que enfrentaba al Real Madrid y al Barcelona en el Estadio Santiago Bernabéu: un concierto de homenaje a esa gran banda llamada The Smiths, que marcó el sonido de los ochenta y en general la vida de toda una generación (no solo la del sufrido protagonista de la película 500 días juntos). Y para ello, se convocó a una serie de artistas y conjuntos del panorama musical patrio más alternativo (con algún invitado internacional), que aceptaron el encargo, unidos por el amor hacia los de Manchester. Sin una efemérides en concreto que conmemorar, el plan se presentaba al menos interesante para quienes el evento deportivo de la jornada carecía de importancia.
Con puntualidad británica y con una versión muy fiel de How soon is now? a cargo de El Gel de Onán, a las 20:30 comenzó el tributo. Un arranque prometedor. Durante las dos horas siguientes, por el escenario pasaron agrupaciones nacidas principalmente a lo largo de esta última y prolífica década. El quinteto multinacional Marcus Doo & The Secret Family entregaron un Meat is murder envolvente; Dinero puso la nota más rockera a esta velada de recuerdo que tenía una marcada vocación acústica; Nine Stories se unieron a la prodigiosa voz de la británica Alondra Bentley para entonar Half a person y el estupendo Panic, canción que aprovechó Alondra para repartir claveles blancos entre el público. Pau Roca, de La Habitación Roja, y Carasueño, voz de los zaragozanos Big City protagonizaron un mano a mano únicamente armados con sus guitarras eléctricas para tocar "muy despacio", tal como indicaron ellos mismos, Heaven knows I’m miserable y Ask. Después, Carasueño decidió enfrentarse el solo al Please, please, please, let me get what I want, tema elegido para dar nombre al concierto. Jaime G. Soriano, que ahora alterna su aventura personal, Sr. Nadie, con la banda que le dio a conocer, Sexy Sadie, manejó una acústica para versionar The boy with a thorn on his side y Girlfriend in a coma. Sorprendentes los dublineses Delorentos, con una vibrante actuación que incluyó Shoplifters of the world unite así como una interpretación muy al estilo de Morrissey de What difference does it make. Algunos no pudieron resistirse a la tentación de intentar emular al carismático cantante.
Second, uno de los mayores reclamos del cartel (que congregó a una primera fila de féminas), se quedaron con quizás dos de los temas más imprescindibles de The Smiths: There is a light that never goes out y This Charming Man, que pusieron el broche final a una cita marcada por la melancolía que destilan las composiciones de Morrissey y los suyos y la ilusión de los participantes, que disfrutaron como enanos tocando verdaderos himnos de la historia de la música. Y aunque bien es cierto que la madrileña sala no estaba a rebosar, presentó un aforo decente teniendo en cuenta que se disputaba un Madrid-Barça.
Aquí nuestro homenaje con Panic
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